Los encierros en Medina del Campo constituyen el plato fuerte de las Fiestas Patronales de San Antolín que se organizan en el mes de septiembre. Son muy antiguos, aparecen documentados en 1418, en esa época era la única alternativa que tenían los vaqueros para poder conducir las reses, desde la dehesa hasta la plaza. Santa Teresa de Jesús también los conoció y hace referencia a ellos en su libro “Fundaciones”

Los tradicionales encierros que ya cuentan con más de quinientos años son; Fiesta de Interés Turístico Nacional, representan un festejo muy respetuoso y seguro con toros y caballos que sigue al pie de la letra las normativas y ordenanzas, siendo un modelo a seguir por muchas localidades españolas que también festejan los populares encierros. Este fenómeno cultural también ha incidido en el diseño urbanístico de Medina del Campo, muestra de ello son las grandes balconadas que fueron construidas en la Plaza Mayor de la Hispanidad durante el siglo XVIII.

Los tradicionales encierros en Medina del Campo empiezan en los corrales, a este lugar llegan las personas muy temprano ya sea a pie o a caballo para acompañar a la manada en su recorrido hacia Medina del campo. Un momento de mucho ímpetu y adrenalina digno de una postal en la que caballistas y reses, deleitan con una carrera por los parajes más bonitos que tiene los exteriores del municipio.

Cuando la manada llega al casco urbano son guiados a la plaza de toros donde les espera una multitud de personas, el ambiente que se siente es muy vivaz cuando los aficionados se animan a practicar la capea y los cortes en el Coso del Arrabal.

La fiesta taurina también va ligada a la gastronomía, durante esa época festiva lo más popular son las degustaciones de la típica sopa de ajo castellana, los bollos de manteca y aceite típicos medinenses. El aguardiente también está presente en los momentos previos a los encierros.