Durante los días de fiesta, Alcoy vuelve a la Edad Media, su primer acto oficial empieza el último sábado de abril con la “Fiesta del Pasodoble” con la que los alcoyanos le rinden tributo a los músicos. El domingo siguiente le corresponde el turno a la entrada de moros y cristianos, una jornada que empieza desde temprano con la misa de 5, después el sonido de la diana avisa que se acerca desfile de la escuadra de los festeros, quienes serán los encargados de abrirle paso al espectacular desfile de Moros y Cristianos de Alcoy. Dos bandos que realizan un colorido y lujoso desfile que estará integrado por los miembros de las 28 ‘filaes’ o comparsas; las 65 bandas de música; grupos de ballet; y carrozas decoradas.

El lunes la jornada está dedicada al patrón de Alcoy. En la mañana se organiza la procesión de la Reliquias acompañada por una multitud que le lanza de pétalos al santo cuando pasa por la calle San Lorenzo. En la tarde se organiza una diana y en horas de la noche después de la procesión general se hace un espectáculo de fuegos pirotécnicos. Los festeros harán un desfile informal sobre las carrozas de donde lanzarán obsequios al público.

El martes, día del Alardo, son disparados más de 2.000 kilos de pólvora mientras se teatralizan las batallas entre los Moros y Cristianos de Alcoy, estas tiene como escenario la plaza España que hará las veces de Alcoy.

La primera batalla inicia por la mañana con el asedio de los musulmanes que luchan por la rendición de los cristianos, pero ellos muy valientemente oponen, finalmente ceden y la plaza es ocupada por los árabes. Los cristianos derrotados retornan a Alcoy por la tarde para reconquistar el castillo, pero los musulmanes no piensa ceder entonces se desata la batalla final en donde los cristianos salen victoriosos gracias al santo. Una batalla que finaliza por la noche, con la aparición de San Jorge montado sobre un caballo disparando flechas en lo alto del castillo.